Hormigas
¡Trabajas como una hormiga! Siempre usamos esta frase para referirnos a las personas que trabajan mucho.
Uno de estos días de confinamiento, trabajando en casa una tarde de lluvia, me levanté de mi sitio y me fui al salón para dar una mirada a la ciudad desde mi ventana, el día era muy malo, habían pronosticado una semana de lluvias. Pensé: "si en los días de lluvia nadie sale, estos días menos aún habrá gente en las calles". De repente ahí parado empecé a ver pasar repartidores en motos y bicicletas. Eran los únicos que se movían por la calle húmeda y lluviosa.
Eran como hormigas que iban de un lugar a otro, quien sabe qué llevaban en sus mochilas cuadradas. Eran los únicos que estaban trabajando esa noche lluviosa de confinamiento en Barcelona. Mientras nosotros estábamos en casa con la calefacción puesta, ellos estaban repartiendo los pedidos que muchos de nosotros solicitábamos: comida, medicina, documentos, libros, bebidas, etc.
Muy poco se ha hablado de este colectivo, que durante todo el confinamiento no ha parado de trabajar.
Decidí empezar a fotografiarlos. Desde el cuarto piso, donde vivo, me da una perspectiva diferente a la de estar al lado de ellos. Se les ve ir y venir con sus mochilas de colores; verde, celeste, roja, amarilla, gris. Son como hormigas encima del cemento, que recogen y llevan los pedidos de un lado a otro de la ciudad, nos hacen la vida y el trabajo más fácil, están moviendo la economía. Para ellos la ciudad no ha parado, trabajan más de noche que de día, cuando hace más frío que calor.
Se me vino a la mente la película de Ken Loach, Sorry We Missed You y me puse a pensar, tendrán contrato laboral?, tendrán derecho al paro?, cuánto ganarán por envío como para estar en contacto con tanta gente y arriesgarse a ser contagiados
¡Este reportaje esta dedicado a los repartidores!